A la hora de llevar a cabo una instalación de autoconsumo se puede elegir entre diferentes opciones. Una de las decisiones que condiciona el tipo de instalación que se va a realizar es si va a estar conectada a la red, o si al contrario se va a desconectar de la red o se va a realizar porque allí no llega la red eléctrica. Vamos a ver cuáles son las diferencias entre una instalación conectada a la red y una aislada:
Instalación de autoconsumo conectada a la red
La mayoría de instalaciones de autoconsumo se encuentran conectadas a la red de distribución eléctrica convencional. Este tipo de instalaciones se llevan a cabo cuando los consumidores quieren reducir su gasto en la factura eléctrica pero necesitan seguir dependiendo de la red. Las placas solares producen energía en los momentos del día en que hay radiación solar consiguiendo un ahorro en el consumo durante esas horas. Los consumidores tienen que intentar adaptar sus consumos a esas horas centrales del día para poder obtener el mayor ahorro posible, y en ningún momento se quedan sin electricidad al estar conectados a la red para los momentos en los que no hay producción solar.
Instalación de autoconsumo aislada
Las instalaciones de autoconsumo que no se encuentran conectadas a la red se denominan aisladas. Es el caso de aquellas que para tener dependencia total deciden desconectarse del suministro o que por su ubicación no pueden tener acceso a la red eléctrica. Con este tipo de instalaciones el consumidor es totalmente independiente de la red y por lo tanto no paga ninguna factura de luz. Las placas solares generan electricidad en los momentos centrales del día para que pueda consumirse en tiempo real. En caso de necesitar electricidad en momentos en los que no haya sol o por la noche será necesario contar con un generador eléctrico o con baterías para almacenar la energía generada.
En Nextenergy te asesoramos para recomendarte la instalación que más te conviene en función de tu perfil de consumo. Pide tu estudio gratuito y sin compromiso desde aquí.