Las instalaciones de autoconsumo compartido en comunidades de vecinos son una solución idónea al problema del espacio y de compartir la energía entre usuarios cercanos. A la hora de montar una instalación de autoconsumo en comunidades de vecinos pueden elegir dos alternativas:

• Que la instalación solar sea para uso de todas las zonas comunes que se comparten en la comunidad de vecinos. Para esta opción solamente es necesario que dos tercios de la comunidad estén de acuerdo al tomar la decisión.
• Que la instalación solar además de para las zonas comunes sea para uso privado de cada propietario de la misma. Se trata de instalaciones mayores porque tienen que cubrir una demanda de energía muy amplia.

El ahorro del autoconsumo en las comunidades de vecinos

El ahorro anual en la factura de la luz de una comunidad que cuente con la primera opción de autoconsumo, puede suponer un ahorro de entre 500 y 800 euros anuales. El coste de la instalación se puede amortizar en unos 2 años y la comunidad empezará a sacar rentabilidad a la inversión desde ese momento. Estas cifras están calculadas para un edificio medio de unas 4 plantas con 3 viviendas en cada una.

Si en cambio se trata de una instalación cuya energía se destina a las zonas comunes y a cada vivienda privada, el ahorro anual sería de entre 180 y 495 euros. Esto es para un edificio medio como en el caso anterior y teniendo en cuenta que la instalación es mucho más grande al cubrir el consumo individual, y por tanto requiere de una mayor inversión.

Además, existen ayudas para este tipo de instalaciones que pueden suponer un ahorro extra a la hora de amortizar el coste de la instalación. Las subvenciones disponibles dependen del tamaño que tenga la instalación, y se otorgan proporcionalmente a cada propietario de la misma. Los ayuntamientos también tienen bonificaciones en impuestos como el IBI y el ICIO que pueden llegar a suponer hasta el 95% del impuesto.