La fórmula del autoconsumo compartido ha llegado para revolucionar el sector eléctrico y de la energía solar de nuestro país. Con el autoconsumo compartido se puede compartir le energía generada por una instalación de placas solares entre una comunidad, lo que hace que aumente su rentabilidad considerablemente. ¿Conoces todos los beneficios del autoconsumo compartido?

Esta forma de consumo de energía entre un grupo de personas queda recogida en un contrato. Además para que se lleve a cabo tienen que encontrarse situadas a menos de dos kilómetros de los paneles fotovoltaicos.

Beneficios del autoconsumo compartido

• Accesibilidad. Democratizan el uso de una energía renovable como es la energía solar. Al ser compartido, el coste para acceder a este tipo de instalaciones es más económico que en una instalación solar individual. La rentabilidad es mayor a corto plazo, ya que se necesita un periodo de tiempo menor para amortizar el coste de la instalación fotovoltaica.
• Eficiencia. Las instalaciones de autoconsumo solar compartido son más eficientes porque tienen más posibilidades para elegir la ubicación más óptima en la que generar el máximo de energía. Estas instalaciones suelen ocupar superficies más grandes que lo que ocuparían las diferentes instalaciones individuales.
• Amortización mucho más rápida. En las instalaciones colectivas el periodo de amortización se reduce por dos motivos: que son más eficientes y que son más económicas que las individuales.
• Ahorro de energía. La energía generada por una instalación de autoconsumo compartido sirve para abastecer elementos comunes que comparten los diferentes usuarios, proporcionando un ahorro que con una instalación individual no se conseguiría.
• Mejor uso de las cubiertas. Las cubiertas de naves y edificios que hasta ahora estaban en desuso y no aportaban ningún valor a la propiedad, con una instalación de autoconsumo compartido pueden rentabilizarse de una manera sostenible.

Sin duda esta es una opción que puede ser de gran utilidad para comunidades de vecinos situados en viviendas o edificios, o para negocios que se encuentren ubicados cerca. Siempre el acceso a los paneles fotovoltaicos no debe superar los dos kilómetros.