El impulso del autoconsumo solar en comunidades de vecinos

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El aumento de la demanda de autoconsumo solar en comunidades de vecinos está marcando un hito en la transición energética en España. El 65,7% de la población española vive en pisos, lo que hace urgente la adopción de soluciones energéticas sostenibles en los edificios residenciales. Por eso en los últimos seis meses se ha detectado un crecimiento del 28% en la demanda de instalaciones solares en comunidades.

El aumento de instalaciones en comunidades

Este aumento se ve impulsado por la reciente aprobación de la Directiva europea de eficiencia en edificios, que establece que a partir de 2029 todos los nuevos edificios residenciales deberán contar con placas solares. Esta normativa refuerza la importancia de la transición hacia fuentes de energía renovable y accesibles para todos los ciudadanos, especialmente en un país donde la mayoría de la población reside en bloques de pisos.

Aunque el autoconsumo solar ha sido más común en viviendas unifamiliares, la situación está cambiando. La flexibilización de los requisitos para el acuerdo vecinal y la mayor rentabilidad del sector están favoreciendo un incremento en las instalaciones solares en comunidades de vecinos. En abril de 2024, las ventas de estas instalaciones aumentaron un 71% en comparación con el mismo periodo del año anterior, mostrando una tendencia al alza en la adopción del autoconsumo solar en bloques de pisos.

Tipos de instalaciones en comunidades

Las instalaciones en comunidades de vecinos se dividen principalmente en dos tipos: las de uso privado de la vivienda y las de uso compartido entre varios o todos los vecinos. El principal obstáculo para muchos vecinos era la necesidad de un consenso amplio, pero ahora solo se requiere el voto favorable de un tercio de los integrantes de la comunidad para proceder con una instalación individual.

Las instalaciones de uso privado generan un ahorro del 76% en la factura de la luz, lo que equivale a unos 750 euros de media anuales. La amortización de esta inversión se estima en poco más de siete años, dejando más de 17 años de vida útil para generar ahorro neto. Las instalaciones colectivas, permiten un ahorro de 764 euros anuales por vecino, representando un 63% de la factura estándar. Las instalaciones para zonas comunes, aunque menos frecuentes, también ofrecen un ahorro significativo del 71% respecto a la factura comunitaria.

La creciente demanda y los cambios regulatorios están facilitando la instalación del autoconsumo solar en comunidades, posicionando a España a la vanguardia de la energía solar en el ámbito residencial.